El pasado domingo, una tragedia sacudió a Viedma cuando Fátima Valentina Balanzani Núñez, de General Rodríguez, Buenos Aires, se ahogó en el río Negro. Darío Ángel Florentín, su compañero de trabajo, murió al intentar rescatarla. A pesar del mal tiempo, los equipos de búsqueda continuarán operando este jueves.
Patricia Núñez, madre de Valentina, que su hija trabajaba para una empresa de depilación que ofrece servicios en distintas localidades y por eso acudió a Río Negro junto a un equipo de trabajo.
Dado que el domingo era el único día libre, el grupo decidió disfrutarlo al aire libre. “Las cabañas donde se estaban quedando están linderas al río, terminaron de almorzar, empezaron a hacer unos juegos y de prenda el chofer les dijo que se tenían que mojar los pies y la cara”.
“Bajaron al río, se metieron, vieron que aguantaban y Valentina se fue metiendo un poco más. Hay un video donde el chofer le dice “vení para acá, no te alejes” y Valentina se da cuenta que no hace pie, pide ayuda y el chofer sin pensarlo se mete para auxiliarla pero en un segundo desaparecen los dos”, relató la madre de la joven.
De inmediato las compañeras pidieron ayuda y el dueño de las cabañas salió con un bote para buscarlos pero el resultado no fue positivo. Actualmente, efectivos policiales, personal de Prefectura Naval Argentina, de Defensa Civil y bomberos de Viedma trabajan para dar con el paradero de la joven; sin embargo, el temporal de lluvia dificultó la búsqueda.
Respecto a la posibilidad de encontrar a su hija, Patricia indicó que la policía le aclaró que “las posibilidades eran nulas porque el río era muy traicionero y no había posibilidad de encontrarla. Es muy duro, vinimos al río para conocerlo y todo el tiempo imaginé como mi hija se metió ahí”, se lamentó.
A pesar del desolador panorama, Patricia mantiene la esperanza de encontrar a su hija. “Todo el tiempo miramos el teléfono y vamos por los hospitales. Pero nos dicen que si alguien la encuentra nos avisarán. Uno como papá siente una impotencia grande y tengo la esperanza que alguien la haya encontrado, esté golpeada o inconsciente y no sepa quien es. La esperanza no se pierde nunca”, sostuvo.
En medio del dolor por no saber sobre el paradero de su hija, la mujer destacó que si bien en un principio tenía dudas sobre la búsqueda que se estaba haciendo, la fiscalía les dio precisiones sobre cómo son los operativos. “Hoy estoy un n poco más tranquila porque me sentí acompañada”, resaltó. Y planteó que “la esperanza no se pierde nunca. Tengo 7 hijos más que les prometí que voy a llevar a su hermana, es una situación muy difícil”.
El pasado lunes, el Ministerio Público Fiscal de Río Negro confirmó que se había encontrado el cuerpo de Darío Ángel Florentín a unos 100 metros del lugar donde desapareció. El hombre de 39 años era oriundo de la localidad de José C. Paz, provincia de Buenos Aires y también había arribado a la provincia para trabajar como chofer del equipo de profesionales que prestaban servicio no solo en distintas provincias del país, sino también en países limítrofes.
A partir del accidente ocurrido, la familia de la joven aseguró que en el sector no había advertencias sobre la peligrosidad del río. “Es obvio que esta parte es peligrosísima y la gente que viene de afuera no sabe”, indicaron a medios locales. De hecho, la situación generó conmoción en la comunidad debido a que el río Negro es conocido por sus corrientes fuertes y donde no está habilitado el ingreso.