Con la llegada del solsticio de verano, el ambiente se impregna de un aire festivo y vibrante. En medio de este espíritu efervescente, el FINCA, reconocido evento cinematográfico internacional, se alista para deslumbrar en su séptima edición, programada del 12 al 19 de junio de 2024.
El IMD-Instituto Multimedia DerHumALC es la organización detrás del FINCA, que no solo busca impulsar la conciencia ambiental a través del cine, sino también promover una sociedad más justa e igualitaria. En este sentido, esta edición se centrará en el tema de la #JusticiaClimática, abordando las causas y consecuencias del calentamiento global desde una perspectiva socioambiental.
Las películas se mostrarán en salas destacadas como la Alianza Francesa, el CCK, La Casa, el Centro Cultural General San Martín, el Espacio Memoria y Derechos Humanos (CC Conti y Casa por la Identidad, ex ESMA), y también online en Lumiton. Según informes del IMD, todas las actividades serán de entrada libre y gratuita, aunque requieren inscripción previa a través de su sitio web.
El festival se centrará en el tema de la #JusticiaClimática, abordando el calentamiento global desde una perspectiva socioambiental
El festival contará con 11 secciones temáticas, incluyendo Justicia Climática, Ecofeminismo, Econciencia y Sostenibilidad, y más. Además, habrá un Foco especial dedicado a películas de Palestina y una Ventana Ecozine, con una selección de films del Festival Ecozine de España. Con la participación de directores y expertos, cada proyección buscará promover el intercambio y la reflexión colectiva, un aspecto fundamental para el festival.
Las competencias oficiales se dividen en tres categorías: Largometrajes Internacionales, Corto y Mediometrajes Internacionales, y Documentales Latinoamericanos. También se entregarán premios como el Premio RAFMA (Red Argentina de Festivales y Muestras Audiovisuales), SIGNIS, y una mención por voto del público.
Entre las actividades propuestas, destaca una formación gratuita sobre Cine Sustentable el 14 de junio, organizada en colaboración con Goethe-Institut Buenos Aires y el Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA-AECID). Participarán especialistas como Birgit Heidsiek (Alemania), Paloma Andrés Urrutia (España), y Florencia Nates (Argentina), quienes compartirán herramientas y experiencias para gestionar el impacto ambiental en la industria audiovisual.
Competencias oficiales se dividirán en tres categorías: largometrajes internacionales, corto y mediometrajes y documentales latinoamericanos
Además, el 15 de junio se llevará a cabo una Asamblea Comunitaria en el Museo del Hambre, coordinada por Enrique Viale. En esta actividad, referentes y activistas ambientales discutirán temas como la justicia climática, la transición energética, el acceso al agua y la soberanía alimentaria.
7 películas para disfrutar durante el festival
“El agrónomo”, de Martín Turnes (Argentina)
La película se centra en la historia de un ingeniero agrónomo que se muda con su familia a una región de Argentina de alta producción agropecuaria. La trama principal se desata cuando una amiga de su hija cae enferma, lo que obliga al protagonista a elegir entre su trabajo y su hogar. La cinta, protagonizada por Diego Velázquez, cuenta la historia de un profesional obligado que trabaja con honestidad y sin contemplaciones. La encrucijada moral estalla cuando surge una enfermedad cercana, desafiando al agrónomo entre cumplir con su labor o proteger a su familia, según informó un medio de comunicación de Argentina.
“La guardia blanca”, de Julien Elie
En México, grandes corporaciones han tomado control de vastas extensiones de tierra, erigiendo vallas de alambre de espino sin respetar las leyes ni a las personas afectadas. Estas acciones, llevadas a cabo por los nuevos guardianes de la tierra, han forzado a comunidades a exiliarse y han redefinido las fronteras no oficiales a lo largo de bosques, cursos de agua y carreteras. Estas vallas representan una forma de represión dirigida a silenciar a quienes se atreven a protestar.
El documental producido en Canadá expone estas problemáticas. Las montañas están siendo devastadas, las aguas subterráneas se están agotando y la tierra fértil está siendo contaminada, lo que impacta negativamente no solo a la generación actual, sino también a las futuras. Según difundió [Nombre del medio de comunicación respetado], estas prácticas han generado una crisis ambiental y social en diversas regiones del país.
“Los de Abajo”, de Alejandro Quiroga – (Bolivia)
Gregorio, un campesino rústico y idealista, se enfrenta a la corrupción y el poder socioeconómico de la élite en su esforzada lucha por recuperar las aguas de un embalse familiar. La historia se desarrolla en el pequeño pueblo de Rosillas, donde el coronel Igrejas, un agricultor argentino, y el alcalde local han desviado las aguas en beneficio de sus viñedos.
Gregorio, protagonista de la narrativa, se encuentra en un conflicto constante que lo lleva a desafiar tanto el desprecio de sus vecinos como las fuerzas socioeconómicas que reinan en el pueblo. Según la trama, debe sacrificar su amor por su hijo Olegário, el cuidado de sus padres ancianos y su relación sentimental con Paula, profesora local que le apremia a mudarse a la ciudad. La película ha sido reconocida a nivel internacional con varios galardones, entre ellos el premio a “Mejor Interpretación” para Sonia Parada en el 37º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y “Mejor Actor” para Fernando Arze Echalar en el 45º Festival Internacional de Cine de Moscú 2023. Otros premios importantes incluyen “Mejor Película Boliviana” en el 23° Festival Internacional de Cine de Santa Cruz 2023 y “Premio Signis” en el mismo festival.
“Yakuman: Hacia donde van las aguas” de Pedro Ponce Uda (Argentina)
Esta película, que narra cómo este lugar fue gobernado durante siglos por ángeles con espadas de fuego, utiliza imágenes del presente y del futuro para contar la historia de un pueblo construido en un sitio sagrado denominado “el lugar hacia donde van las aguas”. La inspiración para este documental surgió de una experiencia personal del director Ponce Uda, quien rememora un día en que se perdió en su ciudad natal, San Miguel de Tucumán, tras deambular por las vías abandonadas de un tren en desuso desde la desindustrialización de los años setenta y noventa. Ese episodio le llevó a reflexionar sobre su entorno: “Ese día comencé a observar más mi ciudad, San Miguel de Tucumán, la cuna de la independencia, la nueva tierra de promisión, ¿el sepulcro de la subversión?”.
El proyecto de “Yakuman”, según Ponce Uda, comenzó como un trabajo académico para la Escuela de Cine de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), donde era estudiante y actualmente es profesor. A lo largo de nueve años, este proyecto académico se transformó en un acto de resistencia cultural: “Yakuman se hizo gracias a la Universidad, gracias al INCAA, gracias a la existencia de lo público”.
“Vigilia, el estado de quien permanece despierto”, de Alveré Di Pilato (Argentina)
El documental aborda la usurpación colonial de las Islas Malvinas y la explotación ilegal de los bienes naturales de la provincia de Tierra del Fuego. A través de variadas perspectivas, la obra destaca la relevancia del Atlántico Sur en el futuro de la región. La película subraya cómo la ocupación colonial de las Islas Malvinas se extiende hacia el Océano Atlántico, afectando recursos naturales críticos de la provincia de Tierra del Fuego. Este filme se enfoca en el impacto geopolítico de estos eventos, proponiendo una reflexión profunda sobre el destino del Atlántico Sur y su influencia en el contexto regional.
Durante el documental, se exponen diferentes perspectivas que permiten comprender la complejidad del tema. Desde el análisis de la explotación ilegal de recursos naturales hasta la disputa territorial de las Islas Malvinas, la directora plantea una visión integradora y crítica, resaltando la importancia de estas cuestiones en el escenario internacional.
“20.000 especies de abejas”, de Estibaliz Urresola (España)
La película,que narra la historia de Cocó, una niña en proceso de cambio de identidad, ha captado la atención tras su estreno en el Festival de Málaga, donde recibió la Biznaga de Oro y el premio a la ‘Mejor interpretación femenina de reparto’ para Patricia López Arnaiz. También obtuvo el premio a la ‘Mejor actriz’ en la Berlinale para su joven protagonista Sofía Otero, de tan solo nueve años. Trata sobre la identidad de género, donde la protagonista lucha por conseguir el respaldo familiar en su proceso de transformación, mientras su madre Ane enfrenta sus propios desafíos personales.
En una entrevista con Infobae España, la directora confesó que el tema de la identidad de género le surgió tras conocer la historia de un niño trans que se quitó la vida y dejó una carta para facilitar el camino a otros. Urresola se acercó a asociaciones de menores para aprender sobre estas realidades. “Me conmovió profundamente. La primera pregunta que tuve fue: ¿Cómo pueden saber a tan corta edad que no se identifican con su género de nacimiento? Pero todos lo expresaban con total rotundidad. Al final, llegué a la conclusión de que el cambio debía darse en los demás, no en ellos”, explicó Urresola.
“Qué no daría yo por el recuerdo”, de Tino Pereira (Argentina)
Los azufreros de Mina La Casualidad, una mina de azufre en Argentina cerrada hace más de 40 años por el gobierno militar, continúan visitando el lugar anualmente con la esperanza de que sea declarado patrimonio histórico. Ubicada en una remota región de Argentina, Mina La Casualidad fue un centro de actividad económica y social para sus trabajadores y sus familias hasta que el gobierno militar decidió clausurar la mina de azufre. Esta medida no solo terminó con la explotación del recurso natural, sino que también llevó al abandono del pueblo que había crecido alrededor de la mina. Desde entonces, los antiguos residentes han mantenido vivo el recuerdo, visitando regularmente el sitio donde vivieron momentos significativos de sus vidas.
Cada año, estos exhabitantes retornan al lugar con la esperanza de que se reconozca el valor histórico y sentimental que el pueblo representa para ellos. Es un espacio que, aunque deshabitado, permanece en la memoria colectiva de aquellos que dejaron su infancia y seres queridos en ese rincón. La comunidad de extrabajadores busca que el gobierno argentino considere su solicitud y que el sitio reciba la protección y el reconocimiento futuro como bien histórico.